Al pie del castillo moro, con La Muela al fondo,
los silencios se alternan con ligeros murmullos.
La luz, y la temperatura incitan a dibujar
el contorneo de las casas blancas
bajo la fortaleza y el sol.
Hay calma y frescor. Son las 9 de la mañana.
los silencios se alternan con ligeros murmullos.
La luz, y la temperatura incitan a dibujar
el contorneo de las casas blancas
bajo la fortaleza y el sol.
Hay calma y frescor. Son las 9 de la mañana.
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